El running se ha puesto de moda, las
calles se ha llenado de nuevos runners, los cuales comentan a todo
aquel que les quiera oir de los multiples beneficios que obtienes de
esta practica deportiva.
A estas alturas todos sabemos que a
parte de una alimentación equilibrada es necesario la practica
regular de una actividad fisica.
Numeros estudios de la Organización
Mundial de la Salud concluye que el sedentarismo es el cuarto factor
de riesgo de mortalidad mundial.
Que es mejor correr o caminar, pues
todo depende de la intensidad. Correr de forma
moderada o reducida
reduce el riesgo de mortalidad un 30% mientras que hacerlo de forma
intensa no difiere mucho el riesgo del sedentarismo.
De esta forma queda demostrado que
practicar actividades físicas moderadas (como caminar o pasear)
durante más tiempo al día conlleva mayores beneficios para la salud
que la actividad física intensa, pero de menor duración.
Caminar está aconsejado cuando se
cumple alguna de las siguientes consideraciones:
- En aquellas personas que inician una actividad física tras un periodo de sedentarismo.
- Si ha sufrido una lesión reciente, con algúna dolencia cardiovascular, sufre diabetes o hipercolesterolemia.
- Si sufre de obesidad
- Si sufre alguna molestia o problemas en las articulaciones o la espalda.
Correr de forma moderada esta indicado
en los siguientes casos
- Se tiene una forma física, y un estado general de salud optimo
- Personas jovenes que disponen de poco tiempo
La ventaja de caminar es la baja
incidencia en lesiones, asi mismo la ventaja de correr es la
optimización del tiempo de la actividad, ya que correr durante
veinte minutos equivale a una caminata de 1 hora.
En cuanto al consumo calórico se quema
más calorias andando, solo hay que invertir más tiempo.
Otra ventaja que tiene el caminar es
que se puede realizar acompañado e ir charlando a la vez que se hace
la actividad, corriendo es más complicado ya que hay que estar más
pendiente de las pulsaciones y de la respiración.
Y sobre todo tener en cuenta que es muy
importante realizar una actividad física al menos tres o cuatro
veces por semana y mantener una dieta equilibrada.
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